La culpa suele ser un compañero de vida peligroso. A menudo los secretos terminan por reventar como globo de cumpleaños en una tarde calurosa. Eso, y el asunto de que la maternidad es jodidamente complicada de por sí, son los temas que explora Run Rabbit Run, un thriller psicológico australiano escrito por la novelista Hannah Kent, dirigido por Daina Reid. La película es la definición de un drama de suspenso y tensión cocinado a fuego lentísimo —al menos durante los primeros cuarenta minutos—, lo que puede resultar en una verdadera prueba para la paciencia de muchos. Sarah Snook interpreta a “Sarah”, una doctora especializada en tratamientos de fertilidad que comienza a notar ciertos comportamientos extraños en su hija, la pequeña “Mia”. Su cambio en comportamiento y personalidad coincidirá con la llegada de un conejo de forma misteriosa. Esto, desencadenará en una serie de eventos que van aumentando en intensidad y van dejando a su paso una efectiva tensión, hasta llegar a la revelación de un ominoso secreto.

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